lunes, 10 de agosto de 2015

( Episodio 24 ) Muertos de novela


Resultado de imagen de Levenshulme

Resultado de imagen de daily star


Claudio entró en el flat y corrió a su habitación. Abrió el cajón en el que guardaba su "tesoro" y apartó de dos manotazos la manta y los calzoncillos sucios. Abrió el cofre y... ¡dinero! Había dinero. Ahora se trataba de saber si estaba todo. Le temblaban ligeramente las manos y por eso tardó en contarlo. Pero lo hizo dos veces para asegurarse. ¡Era su dinero, exactamente su dinero, 2.225 libras! ( David Andrés había decidido tirar del suyo antes de tocar su nueva fortuna ) Volvió a avergonzarse de haber desconfiado de su buen amigo. David Andrés no se merecía eso.
"Menos mal que nunca sabrá cual ha sido mi pensamiento mortificante durante el día de hoy"
Bien que lo sabía, como también sabía que Claudio era demasiado ingenuo y un tonto por dejarles tan fácil el dinero a los ladrones.
Claudio se quitó un gran  peso de encima, pero siguió intrigado.
"¿En dónde coño se ha metido este tío?"
Dejó el cofre en su sitio. Esta vez no se molestó en tocarlo, y se dirigió a la cocina para prepararse la cena. Pondría a freír unas patatas para hacerse una tortilla y, de mientras, se daría una ducha rápida. Al salir al pasillo advirtió que había luz en la habitación de David Andrés. Se veía por debajo de la puerta.
"¿Cómo no me di cuenta antes?"


Media hora antes.

Logró llegar desde la estación de Piccadilly a casa sin levantar sospechas. Volvió a tomar el bus tapándose disimuladamente la cara con el Daily Star. Si alguien veía su jeta, quizá no le relacionase con el terrorista porque ahora estaba más disimulada con las gafas graduadas y la gorra de hombre antiguo. Radio, TV y prensa digital no dejaban de hablar de dos "jóvenes" terroristas, aunque él sólo había visto la noticia en uno de los periódicos gratuitos de la mañana.
Había decidido que lo mejor era una retirada a tiempo, siempre que a Claudio no le diese por dejar el trabajo antes de la hora para ver si le había robado el dinero. Llegó media hora antes de la hora habitual de llegada de Claudio. Lo primero que hizo fue entrar en la habitación de su room mate y reponer el dinero en el cofre. Luego, ya más calmado, se metió en la cama y se puso a escuchar en los cascos un CD de Frank Sinatra, mientras observaba a las tías en tetas del Daily Star acariciándose la churrilla, pero sin intención de llegar al final. Cada poquito tiempo apartaba un poco los cascos para escuchar la llegada de Claudio. Cuando, por fin, sintió abrirse la puerta de la calle, apagó la luz y la música y siguió auditivamente los movimientos del señor de la casa. No se equivocó, Claudio entró en su habitación y abrió el armario. Luego silencio y algunos ruiditos apenas perceptibles.
"¡Je, je!, está contando el dinero!"
Pero en su amago de risa había más rabia que otra cosa. Volvió a encender la luz.


Aparentemente dos amigos.

- No he visto luz aquí cuando he llegado.
- Me acabo de despertar.
- Te he estado llamando todo el día.
- Me quedé sin batería.
- ¿Y porqué no has ido al trabajo después del médico?
"¡Joder, qué interrogatorio!... ¡Ya tienes el dinero cabrón!"
- No me apetecía, necesitaba relajarme un poco. Este puto trabajo le mata a uno, chico.
- Ya, dímelo a mi que llevo más tiempo que tú, pero es lo que hay. Por cierto, ¿te has enterado de que tienes un doble y que nos quiere poner una bomba debajo del culo?
"Qué manera más romántica de decirlo. Sí, estoy enterado y esa es la razón por la que me estás viendo el careto esta tarde"
- Sí, lo he visto en los periódicos. Yo mismo veinte años atrás. Bueno, no exactamente yo mismo. El tipo ese tiene 35 castañas, pero se le ve más viejo, es de esos fulanos que envejecen siendo jóvenes, me parece a mi, y hasta es posible que sea más bajito que yo. En fin, una hijo de puta, dos, perdón, que están amargando la vida a toda la ciudad, si no hacen algo peor.
Pero Claudio ya no le estaba escuchando. Por un momento, David Andrés creyó ver un destello especial en la mirada de Claudio, como si este hubiese visto o recordado algo.

( A partir de este instante empezaba a naufragar la relación entre los dos especialísimos amigos. ¡No se lo pierdan! )

2 comentarios:

  1. Que alegría¡ al final no se fue David, pero me preocupa, su parecido con el terrorista, yo para mi que corre un gran peligro allí.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, se lo diré a Andrés David de su parte.

    ResponderEliminar