viernes, 23 de octubre de 2015

( XIX ) Un asesino más listo que el hambre.


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Teodoro y Fulgencio

- Y yo le digo que es muy probable que Honorio Pontarrón no matase "al otro"
- Pues le contestaría que está usted tan loco como él. ¿Algo más?
Recordó las palabras de Doña Carlota: "Es un asesino más listo que el hambre" Desde luego, ya había engañado a la policía y al propio abogado defensor del inculpado.
- Le he preguntado "¿algo más?"
- Pienso que es a usted al que le interesaría saber más cosas, señor Fabra. Ahora bien, si se conforma con que le manden a su cliente a un manicomio...
"Además de su aspecto horroroso, es un impertinente"
- Venga, me armaré de paciencia, ¿en qué se basa para pensar que Honorio Pontarrón no es el asesino?
- En que ese crimen le cae grande y en que su víctima era la primera vez que dormía en ese sitio y alguien se había tomado la molestia de darle facilidades: el panteón estaba abierto y al muro le habían quitado varias de las piedras más altas para que pudiese trepar por él.
- Me está usted hablando de un crimen planificado, algo que no me encaja en absoluto porque se hallaron huellas del calzado de Honorio Pontarrón y huellas digitales en el cuchillo, en el cual, dicho sea de paso, los restos de sangre eran de la víctima.
- ¿En dónde apareció el cuchillo?
- Lo tenía él en el lugar en donde duerme habitualmente, un portal de La Cañada.
- A dos kilómetros del cementerio. Osea, se tomó la molestia de ir y volver, dejando las huellas de sus pisadas y echándose a dormir con el cuchillo al lado. ¡Vamos, por Dios!... Don Teodoro, ¿usted se lo cree?, séame sincero.
- Por primera vez desde que le encomendaron la defensa de Honorio Pontarrón, el abogado Fabra tuvo una duda. Aún así se mantuvo en sus trece.
- Oiga, si está loco... ¡¿qué quiere usted que le diga?!
- Claro, claro, con lo de la locura se arregla todo, ¡no te jode! Pero si eso es así, no se trata de un loco, sino de un gilipollas.
- ¿Y quién iba a querer matar a un indigente de una forma tan elaborada?
- Si lo supiese no me estaría entrevistando con usted.
- ¿Y quién le ha pedido que investigue? Estaría cojonudo que hubiese una trama detrás del asesinato de un don nadie.
- Mucho me temo que la hay, Don Teodoro, y si unimos nuestras fuerzas a lo mejor conseguimos algo.
- ¿Quién le paga por investigar?
- Eso no se lo puedo decir de momento. - Quiso darle más misterio al caso - Solo le diré que es alguien que está muy arriba.
- ¡Jodeeeer!
En realidad no mentía del todo, pues Doña Carlota vivía muy arriba en la calle Zurbano, nada menos que en el 232, casi en los Nuevos Ministerios.

( Continuará )

2 comentarios:

  1. Je je je... Eso no se lo puedo decir de momento. - Quiso darle más misterio al caso - Solo le diré que es alguien que está muy arriba.
    - ¡Jodeeeer!
    En realidad no mentía del todo, pues Doña Carlota vivía muy arriba en la calle Zurbano, nada menos que en el 232, casi en los Nuevos Ministerios.


    Fulgencio es la pera y los demás, tontos de capirote porque lo que dice tiene que hacerles pensar. Pero claro, eso de pensar cansa mucho a cierta gente.

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  2. Jugar con los eufemismos y las metáforas suele despistar e incluso cabrear a nuestros "tertulianos" feisbukianos, jajaja!

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